Saber cómo se llama nuestro ángel
custodio hace que el vínculo que establecemos con él sea más estrecho y
personal.
Existen diferentes técnicas para
averiguar cómo se llama el ángel que nos
protege en todo momento. Sin embargo, solo han demostrado tener éxito aquellas
que se basan en la reflexión diaria y un deseo intenso. Todas las noches
deberemos pensar unos minutos en nuestro ángel de la guarda, tratando de
visualizarlo y adivinar los matices que tiene el tono de su voz.
Durante el día
es recomendable abandonar las actividades un momento y establecer un contacto
con él. Luego de un tiempo pedirle humildemente que nos revele con silabas su
nombre, explicándole nuestro objetivo y deseo. La respuesta se manifestara en
pocos días, hay que estar atentos. El
sentimiento de seguridad y certeza confirmara el nombre de nuestro ángel de la
guarda. Es necesario mantenerse abierto y receptivo.
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